La clonación humana
Un día un
científico tuvo la osadía de intentar y conseguir lo que se creía un tabú para
las personas, la clonación de un ser vivo. Un día esta persona, después de
muchísimos intentos consiguió su meta, logró clonar un mamífero vivo, una oveja
para ser precisos.
Lo más cercano
que tenemos a un clon, de forma natural, son los gemelos idénticos, entre ellos
es muy difícil notar la diferencia, más cuando son pequeños de edad; cuando son
mayores las vivencias de cada uno son las que marcaran las diferencias en su
apariencia física y carácter.
Suponiendo que
se pudiera clonar a una persona, aunque estas fueran iguales de manera física,
no lo serian en comportamiento o mentalidad, ya que para que sean completamente
iguales, intervienen el entorno en el cual se desarrollen y también la época.
Jamás habrá dos individuos completamente iguales.
La idea de la
clonación para mejorar la calidad de vida en aquellas personas que tienen algún
tipo de enfermedad no está aceptada del todo, ya que se tomaría como un tipo de
mercado. Imaginemos que nos clonan para que nuestro clon nos dé su órgano sano
para que nosotros salgamos bien librados de una muerte segura, pero ¿y el clon
qué?...
Lo que si
debemos tener en cuenta es que la ciencia avanza y debemos mantener la mente
abierta a nuevas ideas, siempre usando un buen criterio. No debemos juzgar sin
saber de qué se tratan los posibles avances para la humanidad. Antes que nada
hay que mantenernos informados e intentar de aprender de los descubrimientos
para que así podamos debatir con argumentos sobre lo que sería bueno o no.